Es una bola de algodón hecha una rosca en su almohadón.
Sabe mirarme con amor y relamerse bajo el sol.
Pasa despacio entre mi pies cuando algo quiere que le dé.
Duerme en mi cama sobre mi y me despierta cada día.
Es la alegría, suave pasión, juego sin fin, dulce dormilona.
Siempre pendiente de todo con sus ojitos abiertos.
Sueña que caza algún ratón, luego se pierde en su rincón.