Eres como una bomba andante, toda tu una provocación.
Sabes muy bien lo que te digo, no es una exageración.
Y cuando sales a la calle no hay ojos suficientes para ti,
todos se giran a mirarte y tu te pones a mil.
Vives siempre peligrosamente, como si no hubiese mañana.
Sueles perder el sentido cada noche en una nueva cama.
Y te sientes tan feliz, tan contenta, provocando por ahí medio desnuda.
Y te agachas a coger cualquier cosa para que te puedan ver… ya sabes que.