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Basta que uno empiece para que otro siga y luego el siguiente, hasta encontrar un clímax, una especie de orgasmo musical para nosotros. Sin límites ni concesiones, la libertad absoluta, el desorden, el caos, improvisación pura y dura llevada al directo y también al estudio. La companyia de música al tuntún nace de la voluntad y necesidad de expresión de la música como una circunstáncia espontánea de creación inmediata, sin ningún tipo de norma o restricción, sin ningúna transcendéncia, basandose en la improvisación. Un enfrentamiento entre la chispa creativa de los componentes de la Companyia con los espíritus musicales que nos envuelven. Una performance de la música con la causalidad del momento concreto en la que se está produciendo. Una sucesión de pasajes y viñetas únicas e irrepetibles conducidas por aprendices de alquimistas musicales. |